lunes, 19 de abril de 2010

Del IMSS, y el señor delgado

Hola de nuevo.

Pues, están por terminar estas cortísimas vacaciones, y al parecer de vacaciones no han tenido nada.
Mi madre estuvo casi una semana en el hospital, y me toco estar con ella. Son horrendos los pasillos del IMSS ISSSTe y/o derivados. En verdad me dan pánico. ¿Será posible que quienes trabajan ahí sean insensibles a lo que pueda verse en esos lugares?. Yo creo que si, o tienen que serlo. Mucha gente, que convaleciente o no, da mucha pena verlos a los ojos, o intentar entenderlos. Historias miles, que en su mayoría resultan inimaginables. Doctores que se creen superiores a todo lo que se les ponga enfrente, y doctores que no tienen miedo de hablarle a los pacientes a los ojos, y regalarles dos segundos de su tiempo. En fin. Es una gran felicidad cuando finalmente dejas ese lugar.

Mientras esperaba las horas de visitas, los informes y demás... compré algo para comer, mientras esperaba y comía, veía a un hombre que a mi parecer era todo un personaje. Muy delgado, vestido con un pantalón sumamente entallado de color gris, una camisa entre abierta también gris, botas negras, boleadas. Era muy serio, y todo el tiempo fumó sin parar, se paseaba por el local, atendiendo a la gente, o cobrando, pero sin perder la seriedad. De vez en cuando tomaba café de una taza especialmente para él. El local comenzó a vaciarse y él se sentó en una mesa junto al reproductor donde programó una estación de música clásica.

Y bueno, no tengo algo más interesante de que platicar.

Regreso pronto.

¡Feliz día de la gripa!

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